¡¡¡ALERTA SPOILER!!!
El hijo de puta sádico de la serie de Juego de Tronos ha llegado para joderos la tarde a algunos de vosotros. Este personaje es realmente uno de los que más gusto dio cuando la diñó, sin duda alguna.
Ramsay Nieve, bastardo de la casa Bolton apareció por primera vez en la tercera temporada como la persona que salvaría a Theon Greyjoy de la tortura que le esperaba en Fuerte Terror, la casa de los Bolton. Pero, como todos sabemos, eso solo fue una estratagema para hundir psicológicamente a Theon al hacerle creer que estaba a punto de escapar de sus captores. Gracias a Ramsay, el personaje de Theon se convirtió en alguien a quien poder mirar a la cara sin tener el incontrolable deseo de escupirle en la cara y después pegarle una patada en la espinilla. Eso sí, lo que le hace al chiquillo no tiene nombre. Bueno, sí que lo tiene, pero no lo pienso escribir, que me da asco.
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| Mmm... Ñam |
Durante esa tortura, sucedió la mítica y repugnante escena en la que se daba a entender que Ramsay se estaba comiendo la pichurra de Theon. A vuestra derecha adjunto imagen de prueba ⬅️⬅️⬅️. Evidentemente, esto solo era para acomplejar aún más a Theon, porque todos sabemos que su pichurra se mandó por Correos Express hasta las Islas del Hierro para que su hermana y su padre pudieran disfrutar de lo que él ya no iba a tener nunca más en su vida. Otra cosa no, pero Ramsay sabía dar donde más dolía, sobre todo a alguien tan narcisista como era Theon, o Hediondo, como él le bautizaría para humillarlo aún más si es que era posible y necesario después de cortársela.
Después de su buena acción del año, su padre decidió reconocerlo como su hijo, por lo que pasó a ser Ramsay Bolton. Y eso como que no ayudó mucho a su psicopatía. De hecho, ayudó tan poco que mató a su padre por la espalda y se encargó de que a su madrastra y su medio hermano los devoraran sus perros. Conmovedor. Casi se me sale una lágrima. Lo bueno en situaciones como éstas es que el karma existe, ya que acabó comido por esos mismos perros después de dejarlos... ¿Cuánto fue? ¿Una semana sin comer? Pues eso.
¿Y quién fue la encargada de cobrarse su merecida venganza? Su esposa Sansa Stark. Su hermano bastardo/primo Jon Nieve consiguió reunir un ejército para sacar a los Bolton de su casa y borrarlos de la historia para siempre. No sé a quién se le ocurrió que el escudo de la Casa Bolton fuera un hombre desollado, pero eso evidentemente no iba a ir haciendo amigos por ahí. Para mi gusto, mucho han durado. Murió tras la Batalla de los Bastardos, tras cargarse al gigante Wun Wun. Otro trauma para mi muro, con el cariño que le había cogido yo al grandullón.
En fin, muerto el perro, se acabó la rabia. Nunca mejor dicho, ¿no creéis? Hasta luegui.
¡¡¡ALERTA SPOILER!!!
Shireen es uno de los personajes más lindos sin duda de toda la serie. Y estoy segura de que su muerte provocó que todos y cada uno de los fans de la serie odiáramos a Melisandre con todas nuestras ganas.
Yo veo a Shireen como Dobby, de Harry Potter. Es un personaje entrañable que te hace quererlo desde el minuto uno. Te hace ver la vida desde otra perspectiva. En el caso de Shireen desde el de una niña que no ha sido nunca querida por su madre y que encima ha tenido una enfermedad que no le ha permitido crecer como una niña normal de su edad. Sin embargo, nada de eso le ha hecho mezquina o comportarse como la gilipollas de su madre, sino todo lo contrario. En el caso de Dobby, desde la perspectiva de un elfo doméstico que ha vivido un infierno por culpa de los Malfoy y que, a pesar de saber que sería castigado por desobedecerlos, tenía que ayudar a Harry Potter como fuera, porque era lo correcto.
Y entonces, mueren de una forma completamente inesperada. Los momentos antes del desastre te dan la falsa sensación de que se pueden salvar en el último minuto, pero al final no es así. Y después pasas a odiar al escritor/a con toda tu alma por haberse cargado a un personaje tan luminoso y adorable. No voy a hacer una descripción de la muerte de la pequeña Baratheon, porque no creo que ninguna persona que haya visto la serie, aunque fuera sin verdadero interés, podría olvidar la crueldad y estupidez que envuelven su muerte.
¡¡¡ALERTA SPOILER!!!
Siguiendo en mi línea, aquí vamos con otra entrada para el blog de un personaje que no le importa a nadie. ¡¡¡Bravoooo!!!. Conocido como el Gorrión Supremo, es un personaje un poco hijo de la gran puta, y bastante subnormal teniendo en cuenta la forma tan estúpida en la que murió. Lo más memorable de él aparte de su idiotez, es la batamanta comía de mierda que lleva todo el santo día puesta. Pero retrocedamos un poco para poner en antecedentes a las tres personas de todo el mundo mundial que no ha visto esta serie.
Este hombre aparece por primera vez en la tercera temporada si no recuerdo mal. En ese momento, el asqueroso de Joffrey ya estaba más que muerto y Tommen estaba "reinando", mientras Margaery Tyrrell se lo estaba camelando para que comiera de su mano y ella fuera la que realmente reinara. ¿Problema? Eso le tocó en demasía el potorro a Cersei, que se alió con el Gorrión para quitarse del medio a los Tyrrell. El Gorrión cumple con su parte del trato y encarcela a los hermanos Tyrrell, a uno por homosexual y a la otra por permitirlo. Cersei ya tiene todo lo que quería. ¿O no?
Resulta que Cersei es tan gilipollas que no ha caído en que ella, al haberse acostado con su hermano y tener tres hijos con él, ha hecho cosas peores que todos los Tyrrell juntos, así que acaba siendo encarcelada también. Después pasa el incómodo y largo momento del paseíto por la ciudad desnuda mientras todos le tiran sus mierdas encima. Cersei es un personaje que, en según qué momentos, me provoca sentimientos encontrados, pero en esta escena me dio una tremenda pena. Y muchísimo asco, todo hay que decirlo. Dos segundos después me di cuenta de que el Gorrión Supremo era un retrasado integral. ¿A quién se le ocurre humillar públicamente a la sociópata de Cersei Lannister y pensar que ella no se va a vengar? Pues a él y solo a él. Pasó lo que tenía que pasar y el Septón Supremo, junto con el Gorrión y todos sus seguidores se convirtieron en alitas de pollo extra crujientes. Un cuarto de la plantilla de actores a tomar por culo.
Lo más curioso de este personaje es que desde el primer momento me recordaba a alguien. Nunca me puse a pensar en serio para intentar sacar a quién se me parecía. Hasta que me di cuenta de que era una copia del Papa Francisco. Tanto Jorge Mario Bergoglio (alias el Papa Paco), como Jonathan Pryce (alias Gorrión Supremo) son idénticos (mirar al principio de la entrada para verificación ⬆️⬆️⬆️⬆️) y ambos son los guías espirituales de sus respectivas religiones.
¡¡¡ALERTA SPOILER!!!
Aquí tenemos a una tía con dos pares de cojones. No sé si en el libro me gustará tanto como en la serie, pero si tiene la mitad de los huevos creo que podré conformarme y darme por satisfecha.
Comencemos con el pequeño problemita que hubo con su nombre. En los primeros capítulos, cuando su entrañable hermano Theon le metía mano en las tetas y en lo que no son las tetas como muestra de fraternidad, tanto él como su padre la llamaban Asha. A lo mejor algunos os estáis preguntando que por qué la llamaban Asha. Fácil. Porque ese es su nombre.
Al parecer, los guionistas decidieron cambiarle el nombre para que no lo confundiéramos con Osha, la esclava que era parte de la chupipandi de Bran Stark, también conocida como Nymphadora Tonks de Harry Potter. Es evidente que los guionistas nos consideraban medio retrasados si temían que confundiéramos a dos mujeres que no estaban ni cerca en el mapa de Juego de Tronos. Aunque visto la que se lió con el descontento por el final de la serie, a lo mejor no iban tan desencaminados.
Después de ese pequeño percance, se convirtió ya para siempre en Yara Greyjoy. Ahora sí, comenzamos con su historia. Aparece por primera vez en la segunda temporada si no recuerdo mal, cuando Theon va a las Islas del Hierro para pedirle a su familia que se una a los Stark en la llamada Guerra de los Cinco Reyes. Dijeron que no y Theon acabó traicionando a los Stark. Después, el padre de los Greyjoy murió a manos del asqueroso de su hermano, Euron. Entonces comienza la pequeña pugna por el Trono de Sal.
Theon apoya a su hermana y está a punto de convencerlos, dado que ella es la que tiene más cojones de todos los presentes. Pero al final la dejan de lado. ¿Adivináis por qué lo hacen? Así es. Por tener vagina. Así que ella coge su vagina, a su hermano, sus hombres de confianza y sus barcos y se va a buscar a la Madre de Dragones. Hace una alianza con ella, pero Euron es un mierda y los intercepta cuando estaban volviendo a Poniente. Yara acaba siendo secuestrada por su tío, humillada en la capital y rescatada por su hermano. Qué topicazo coño, con lo bien que íbamos. Al final, a pesar de ser un personaje completamente independiente y con una fuerza de voluntad que mueve mares, la acaban tratando como a las típicas chiquillas de antaño que no se sabían valer por sí mismas. Asco de guionistas. El final ni lo comento porque no me parece muy memorable para el poderoso personaje que podría haber llegado a ser en la serie.
¡¡¡ALERTA SPOILERS!!!
Después de mucho tiempo con el blog abandonado, vuelvo a retomar los análisis de personajes de Juego de Tronos, Juego de Truños según mi madre. ¿Por qué lo llama así mi madre, os preguntaréis algunos (o puede que ninguno, yo que sé)? Fue culpa del juego Trivial y de que mi madre no ve tres en un burro.
En fin, cambiando un poco de tema, he decidido volver a la carga con esta serie con el personaje conocido como el Cuervo de Tres Ojos. ¿Que por qué con éste? Principalmente porque no tenía ganas de empezar por uno cuya descripción me lleve mucho tiempo. ¿Y cuál puede ser más rápido de escribir que un viejo con un árbol metido por el culo que aparece en unas cuatro escenas? Pues eso.
Aparece por primera vez en la cuarta temporada siendo un actor, y cuando Bran y su chupipandi aparece de nuevo en la sexta temporada, resulta que el actor es otro. Bravo. Un aplauso por la capacidad de continuidad que tienen los productores de la serie. Durante el tiempo que Bran está en esa cueva de arciano junto al Cuervo de Tres Ojos, se supone que éste le enseña al joven Stark sobre su poder, y sobre nunca intervenir en las escenas que está viendo porque podría ser catastrófico. ¿Bran le escucha? Para nada. El ejército de los muertos acaba destruyendo el sitio, matando a Verano, el lobo huargo de Bran, a los Hijos del Bosque, al viejo empalado por el culo y a Hodor. Estupenda decisión, Bran. Gracias por un trauma más en mi vida.
En definitiva, que el Cuervo de Tres Ojos no sabe enseñar una mierda. Yo, personalmente, creo que habría sido mucho más interesante si en vez de un anciano atravesado por un árbol, su maestro hubiera sido, literalmente, un cuervo de tres ojos como el que aparecía en la primera temporada. Pero es mi humilde opinión, claro está.
Ésta es la cuarta entrega de una saga muy buena. ¿El problema? Que ya no pertenece al mismo autor, a pesar de que lo tengo metido en la misma carpeta que la trilogía original. Stieg Larsson tenía pensado escribir una saga compuesta por 10 volúmenes contando la historia de Lisbeth Salander y de Mikael Blomkvist, sin embargo murió habiendo escrito solo los tres primeros. De hecho, por lo que tengo entendido, murió antes de ver cualquiera de sus libros publicados. Una pena, teniendo en cuenta el éxito de esta genial saga.
A pesar de que está bastante bien la historia, se nota mucho, desde mi humilde punto de vista, que no es del mismo autor. Cosa normal, dado que Stieg Larsson no dejó escritas notas sobre sus ideas para sus futuros libros, por lo que su sustituto no tenía ni idea de por dónde iban los tiros en su mente. Tuvo que coger unos personajes ya asentados y con mucha personalidad y crearles una historia a su alrededor creíble y tan interesante como las tres entregas anteriores. Algo nada fácil, desde luego.
Desde el principio se nota el estilo diferente de Lagercrantz. Mientras que Larsson se centraba en cómo afectaba la trama a los personajes principales, Lisbeth y Mikael, y hablando de otros personajes en escenas cortas dentro de los propios capítulos, Lagercrantz dedica capítulos enteros a otros personajes, dejando a los protas en un segundo plano. Además, no es nada sutil a la hora de dejar caer lo que podría pasar en un futuro. Larsson dejaba alguna pista de vez en cuando de lo que se avecinaba en capítulos posteriores, pero había que estar muy atentos para pillarlas. Sin embargo, Lagercrantz te lo avisa con luces de neón, por lo que, para el momento en el que llega la revelación, no sorprende lo más mínimo. Eso hace que los diálogos sean un poco forzados.
Después de todo esto, creo que no haré críticas sobre los otros dos libros de la trilogía de Lagercrantz, ya que seguramente solo me quejaré de lo poco que se parece a Larsson, y para eso, mejor me quejo con mi hermana.
