Llegamos al último de los huargos de los Stark, Verano, el lobo de Brandon. Agradezco haber escrito ya de todos los dragones y lobos de la serie, porque sus muertes me han creado tantos traumas que un psicólogo se pondría las botas conmigo.
Su lealtad hacia Bran se vio desde el minuto uno, razón por la que he puesto esta foto como cabecera de su personaje. Esta escena es la que precede al intento de asesinato de Bran por parte de un asesino a sueldo. Catelyn defendió a su hijo con todas sus fuerzas, hiriéndose gravemente las manos en el proceso, hasta que apareció Verano y se fue directo a su yugular. Después se subió a la cama de Bran tan tranquilamente, protegiendo a su compañero mientras se relame la sangre de la cara. Lo típico.
Penosamente, llegamos al momento de su muerte. Bran y su particular chupipandi estaban en la cueva del Cuervo de Tres Ojos cuando Bran cometió la gilipollez de espías a los caminantes blancos. El Rey de la Noche se dio cuenta y lo tocó, con lo que ya pudo tenerlo localizado siempre. Un GPS muy efectivo, de eso no cabe duda. Total, que al final el ejército de los muertos pudo entrar en la cueva. Verano, como el amigo más leal que tiene Bran, se queda atrás para defenderlo siendo acribillado a cuchilladas por los muertos. Aunque lo peor es que Bran ni siquiera lloró por la pérdida de su compañero, porque ya había entrado en modo planta. Y con esto y un bizcocho, me piro a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario