sábado, 18 de mayo de 2019

Margaery Tyrell. Casa Tyrell.

   ¡¡¡ALERTA SPOILERS!!!
   Aquí nos encontramos al único personaje de todo Juego de Tronos que no se casó ni con uno ni con dos, sino con tres reyes. ¡TRES!. Eso ya es suficientemente remarcable de por sí. Eso sí, ni uno solo de sus respectivos maridos duró mucho. Jamie Lannister no es el auténtico Matarreyes, lo es ella. Es una auténtica viuda negra. Tiembla, Natasha Romanov, alias Scarlett Johansson, tiembla. 
   Como personaje, son realmente envidiables tres aspectos de ella. Por un lado, cómo lleva de forma tan ligera los escotes con los que se le puede ver el ombligo. Bravo, chiquilla, bravo. Por el otro, lo manipuladora que es con toda persona con pene que tenga a su alrededor. Una ola para esta señorita, por favor. Se lo merece. Y, por último, el haber sido la única en darse cuenta de que algo andaba mal en el juicio de Cersei en el Gran Septo de Baelor. No le sirvió de ni una mierda darse cuenta de ello, pero su descubrimiento fue igualmente loable. 
   La conocimos como esposa de Renly Baratheon, así que en realidad no sabemos si se casó con él gracias a sus artimañas o no. No sé lo que pasó en el libro, así que no me voy a aventurar en este sentido, pero desde luego consiguió que Renly se pensara muy en serio el hacer un trío con ella y su hermano, Loras, a pesar de que no es bisexual. Eso sí que es dar un buen servicio. Con su tercer esposo no tenía ni que esforzarse en manipularlo, ya se manipulaba él solito. Era un adolescente que acababa de descubrir el sexo. ¿Hay algo más manejable que un chiquillo en semejantes circunstancias? Si alguien lo sabe que me lo comunique, porque yo aún no lo he descubierto. 
   Su verdadero esfuerzo de manipulación lo hizo con el encantador y super amigable Joffrey. ¡Alabado sea el Señor, como se ganó a ese mamón!. Solo por cómo consiguió que Joffrey comiera de su mano, se puede considerar como uno de los personajes más míticos de la serie. No cualquiera habría conseguido lo que ella. De hecho, ningún otro lo consiguió. Ni siquiera su madre, Cersei, pudo conseguir controlar a ese cabrón, sádico y egoísta. Sin acritud ninguna hacia sus personas, ojo. 

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