martes, 21 de mayo de 2019

Olenna Tyrell. Casa Tyrell

   ¡¡¡ALERTA SPOILERS!!!
  Junto a su nieta Margaery, eran llamadas por Cersei las zorrupias de Altojardín, o Jardinalia, como lo llama mi madre. Una de las mujeres más épicas de toda la serie por su forma de ser. Puede hacer que una disertación sobre cuándo puede o no comer queso sea algo digno de escuchar si viene de su boca. Es uno de los pocos personajes que dicen lo que piensa, siempre, sin importarle una soberana mierda si a su interlocutor le puede llegar a molestar o no lo que ella le esté diciendo. Bravo. Un aplauso por esta chiquilla. Se lo merece. 
   Olenna entró con fuerza en la tercera temporada, sin embargo, desde mi punto de vista fue un personaje enormemente desaprovechado. Podría haber dado mucho más juego y dar una clara muestra de por qué la llamaban la Reina de las Espinas. En cambio, solo hace dos cosas. La primera es decirle a su nieta que se tire a Tommen Baratheon, el sucesor de Joffrey, porque es lo que hizo ella con el que fue su esposo para que así no se casara con su hermana. Aunque las conversaciones sobre gestas sexuales y manipulaciones pueden llegar a ser muy interesantes, que esto sea una de las pocas cosas que hace Olenna en Desembarco del Rey me resulta decepcionante. 
   La otra cosa que hizo en la capital sí que fue de agradecer para cualquier persona que no sea un niñato, engreído y gilipollas. Fue la encargada de envenenar a Joffrey. ¡Loados sean los siete dioses, los dioses antiguos, el dios ahogado, el Señor de la Luz y su prima, la coja! Sin duda, la cara de gilipollas que se le quedó a Jamie cuando descubrió que fue ella la que mató a su hijo no tuvo precio, y eso que el mayor de los hermanos Lannister no me cae mal en absoluto. Os iba a dejar una foto de ese momento, pero me parece mucho más mítico dejaros la de su copia gatuna. 
Decidle a Cersei que fui yo.

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